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Martes, 07 de Mayo de 2024, 06:21 

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    La mayor satisfacción de una bailarina

    La mayor satisfacción de una bailarina

    Para Diana el ballet era vital en su vida y se dedicaba en cuerpo y alma a su arte desde el día en que su madre la había inscrito en sus primeras clases a los 6 años. Ahora que tenía 25 era una de las mejores en su compañía de ballet, sus presentaciones siempre eran un éxito y muchas personas la veían como un partido increíble, sin embargo, ella estaba aburrida de salir con tipos estirados que sólo le hablaban de Tchaikovsky y de la elegancia de sus movimientos.

    Por esa razón, cuando la reunión de celebración que hicieron sus compañeros los llevó a una enorme misión llena de personas alocadas, Diana supo que era su oportunidad de perder un poco el control y terminar en la cama con algún idiota que follara como los dioses. Y muy pronto consiguió a su chico ideal bailando sin camisa en la pista de baile y riendo a carcajadas, su cuerpo firme y torneado de músculos era masculino y atractivo, y un rostro lleno de facciones hermosas lo hacían lucir como el mejor partido de la fiesta entera y como Diana siempre decía, se merecía lo mejor.

    Bastaron 2 canciones bailando pegados, para que ella lo invitara a escaparse a algún lugar privado donde hablar más calmadamente, él aceptó de inmediato y subieron a una de las habitaciones.

                    —¿Alguna vez le has follado el culo a una mujer? —Preguntó Diana sacando un lubricante anal que había comprado en su sex shop online favorita.

                    —Joder… No, pero yo quiero probar —dijo el chico con los ojos totalmente abiertos y la emoción dibujada en el rostro.

    Diana se desnudó, mostrando su cuerpo esbelto y orgulloso, luego se acostó en la cama y comenzó a masajear su clítoris, aumentando la excitación algunos niveles más, por su parte el chico se había desnudado también y la observaba completamente fascinado mientras ella se daba placer de forma desinhibida. Cuando se sintió un poco más lista agregó un poco de lubricante a sus dedos y en la abertura de su culo, comenzando a estimular su estrecho ano.

    Mientras la mano derecha de Diana retomó su trabajo sobre el clítoris, un dedo de la mano izquierda entró lentamente, estimulado el musculo para que se relajará, otro dedo se sumó muy pronto y un tercero entró más tarde.

                    —Ponte un condón y ven aquí, estoy lista para recibirte —dijo Diana con la voz ronca debido al placer.

    El chico obedeció inmediatamente y ocupó su lugar entre las piernas de Diana y a la señal de ella entró lentamente en el ano dilatado. Ella emitió un resoplido de satisfacción cuando se sintió totalmente llena y muy pronto el ritmo comenzó a aumentar.

    Diana hundió dos dedos en su sexo chorreante, mientras una mano se pellizcaba los pezones, el chico la follaba con fuerza y desesperación, una y otra vez y cuando Diana se corrió fuertemente, las oleadas de contracciones en su culo y su vagina, hicieron que el chico la siguiera inmediatamente al orgasmo.

                    —Eres increíble —susurró el chico jadeando y echándose a un lado de la cama.

    Diana sonrió y se relajó un poco, dispuesta a tener una nueva sesión de sexo anal cuando recuperara el aliento.

    El ballet era vital en su vida, pero ser follada por el culo era su mayor pasión.

     

    Etiquetas relato erótico